Conoce las zonas más sensibles de tu cuerpo... Las zonas más sensibles, son partes de nuestro cuerpo especialmente vulnerables a la acción del frío porqué están descubiertas o reciben menor afluencia de sangre. Debes protegerlas.
Cara: en invierno debes extremar el cuidado del rostro. A la mayoría de nosotras se nos reseca alguna zona facial añadiendo, además, los resfriados y las consiguientes rojeces que aparecen alrededor de la nariz.
La limpieza para eliminar esas células muertas que provoca la polución del ambiente,
el maquillaje... debe ser diaria. Un extra de hidratación es imprescindible. No olvides ponerte protecdón solar.
Ojos y Labios: la piel del contorno de ojos y labios es muy fina y delicada. El frío tiende a provocar hinchazón, ojeras y arrugas. Utiliza una buena crema de ojos que nutra, alise las arrugas y estimule la circulación. Por otra parte, siempre que salgas a la intemperie usa protector labial o brillo.
Si tus labios están muy secos y tienes esas antiestéticas pieledtas puedes exfoliarlos utilizando suavemente el cepillo de dientes o productos específicos que sólo se deben aplicar una vez por semana para no erosionar esa piel tan fina que los cubre.
Orejas: son muy sensibles a causa de su alta vascularización, su piel fina y su estructura, separada del resto de la cabeza. Hay que aplicar cremas hidratantes, con filtros solares y protegerlas con gorros y bufandas.
Manos y Pies: las extremidades están más lejos del corazón y cuando hace frío, la sangre ralentiza su circulación en estas zonas. Además las manos están más expuestas a la intemperie y las notas más agrietadas, resecas y tirantes. Las manos ásperas y las uñas quebradizas son los síntomas más visibles del frío.
Los pies, embutidos en botas y gruesos calcetines, retienen la humedad. Usa guantes siempre que estés en el exterior. Aplícate crema, loción o aceite humectante después de lavar manos y pies, evitando agua muy ría o muy caliente.
Exfolia las extremidades una vez por semana y aplica cada noche una crema o mascarilla que nutra y repare la piel.
Al igual que en la cara, a estas horas es cuando las células se regeneran y están más receptivas a los tratamientos.
En cuanto a las uñas, si puedes, mantenías pintadas y arregladas. Tener hecha la manicura y pedicura ayuda a protegerlas. Si las cutículas están muy secas ponle un aceite nutritivo o una crema todas las noches.
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